Para entender el significado de esta temperatura, primero hay que tener en cuenta una cosa: el horno se divide en dos partes; arriba y abajo. Cuando seleccionamos la temperatura, estamos diciendo a qué parte del horno se le aplicarán los grados. Por ejemplo, si queremos poner el horno a 180 grados, significa que ambas partes del horno tendrán una temperatura de 180°.
Esta temperatura es perfecta para muchas preparaciones culinarias como tartas, pasteles y magdalenas. Esta temperatura es ideal para aquellos alimentos que necesitan una cocción media, ya que no es tan baja como para que el exterior se cocine a la vez que el interior siga crudo, ni tan alta que se quemen fácilmente.
Además, esta temperatura también es útil para muchos platos salteados, como verduras y carnes. Se consigue una cocción gradual sin riesgo de que los alimentos se pasen de cocción, así como para aquellos alimentos que deben asarse.
Otra ventaja de poner el horno a 180 grados es que no se consume mucha energía. Esta temperatura no requiere demasiado calor para lograr una buena cocción, lo que permite cocinar con mayor eficiencia y ahorrando energía.
En resumen, poner el horno a 180 grados es una forma segura de cocinar completamente los alimentos sin necesidad de recurrir a altas temperaturas, y de forma eficiente ya que el consumo de energía es bajo. ¡Así que toma nota de estos consejos y disfruta de platos deliciosos!
En esta pagina tambien respondemos a otras preguntas tipicas como por ejemplo: ¿Que hay que saber para comprar un horno eléctrico? y ¿Cuáles son los diferentes tipos de hornos?