Para empezar, es importante conocer qué clase de cerámica se está usando. Existen algunos tipos que son resistentes al calor y otros que no lo son. Si se trata de un plato de cerámica resistente al calor, entonces se puede colocar directamente en el horno sin temor a dañarlo. Por otro lado, si se trata de una cerámica más frágil, se recomienda primero colocarla en un recipiente de horno especialmente diseñado para tal fin.
De esta forma, se evita que se rompa debido a la temperatura. Una vez que se han tomado las medidas de seguridad necesarias, se puede proceder a meter el plato de cerámica en el horno. Algunas recetas requieren que el plato sea colocado directamente en el horno para obtener mejores resultados, como por ejemplo, para preparar pasteles o tartas.
Además, la cerámica tiene la ventaja de absorber el calor de manera uniforme, lo que significa que el plato se calienta por igual por todas partes. Esto produce un resultado óptimo, ya que el alimento se cocina de manera uniforme sin arriesgarse a quemarlo.
Otra de las ventajas de la cerámica es que no se desgasta fácilmente ni se oxida, lo que significa que su durabilidad es mucho mayor que la de otros materiales. Además, la cerámica es un material muy higiénico porque no absorbe los olores ni los sabores de los alimentos, por lo que los platos siempre permanecerán limpios y frescos.
En resumen, meter un plato de cerámica en el horno es una excelente opción para aquellos que deseen obtener mejores resultados en sus recetas. Si se toman las precauciones necesarias para determinar el tipo de cerámica adecuado para cada situación, se pueden disfrutar de los beneficios que ofrece este material. ¡Aprovecha el increíble potencial de la cerámica para obtener los mejores resultados en tus recetas!
En esta pagina tambien respondemos a otras preguntas tipicas como por ejemplo: ¿Que gasta más el horno o la freidora de aire? y ¿Cuántos tipos de horno eléctrico hay?