Cuando el horno está encendido, el calor y los gases se acumulan adentro. Si abres la puerta antes de tiempo, la presión interna y el calor salen inmediatamente de la cavidad del horno. Esto puede causar quemaduras en los brazos y el pecho, así como lesiones por inhalación de gases. Incluso si has cocinado alimentos con humo o vapor, la salida repentina de estos elementos podría resultar en una irritación en los ojos, nariz o garganta.
Además, abrir la puerta del horno antes de tiempo también puede dañar la comida que se está preparando. La temperatura interna del horno disminuirá abruptamente cuando la puerta se abra, lo que interrumpirá el proceso de cocción. Los alimentos pueden quedar mal cocinados, congelados o incluso crudos. Esto significa que tendrás que volver a calentar el horno y empezar de nuevo, perdiendo así precioso tiempo y dinero.
Para evitar estos problemas, siempre es mejor mantener la puerta del horno cerrada y controlar con un termómetro la temperatura interior para asegurarse de que los alimentos se estén cocinando correctamente. De esta forma, podrás evitar los peligros de abrir la puerta del horno antes de tiempo y disfrutar de una comida deliciosa y nutritiva.
En esta pagina tambien respondemos a otras preguntas tipicas como por ejemplo: ¿Por que comprar un horno eléctrico? y ¿Qué significa 180 grados en el horno?