Primero, es recomendable limpiar con regularidad tanto el exterior como el interior del horno. Esto ayudará a mantenerlo libre de suciedad y garantizar que funcione correctamente. Para ello, puedes usar un paño húmedo con detergente para limpiar el exterior y una esponja con agua para el interior, aunque siempre debes leer el manual de instrucciones para comprobar cómo limpiar tu modelo de horno correctamente.
Además, hay que mantener la parte interior del horno libre de grasa y aceite, ya que estos elementos pueden dañar el horno si se acumulan. Es por esto que debes evitar utilizar recipientes con grasa o aceite cuando cocines en el horno.
También es importante revisar los filtros de ventilación del horno para evitar problemas. Esto implica desmontar los filtros y limpiar los conductos de ventilación con un paño húmedo. La limpieza de estas partes debe realizarse una vez al mes para evitar problemas.
Finalmente, hay que recordar que la seguridad es un aspecto fundamental que no debe descuidarse. Por eso, es necesario que chequees periódicamente los cables de alimentación para verificar que estén en buen estado. Si detectas algún fallo, llama a un electricista para que revise el horno.
En resumen, cuidar el horno requiere de algunos trucos sencillos pero muy esenciales. Limpiar el interior y el exterior, evitar usar recipientes con grasa o aceite, revisar los filtros de ventilación y comprobar los cables de alimentación son algunas de las claves para mantener tu horno en perfectas condiciones. ¡Así podrás disfrutar de todos los beneficios de tu horno!
En esta pagina tambien respondemos a otras preguntas tipicas como por ejemplo: ¿Que se puede hornear en un horno eléctrico? y ¿Qué pasa si meto un sartén al horno?